Los padres, especialmente los primerizos, suelen preocuparse ante cualquier síntoma de enfermedad de sus hijos. Por esta razón acuden con mucha frecuencia a Urgencias. Esto es comprensible pero, según expertos como la pediatra Florentina Menor de Centro Médico El Carmen, el uso inadecuado de urgencias pediátricas se da hasta en el 60% de los casos.
Realmente, ¿cuándo es necesario acudir?
A veces, los padres no están seguros de si deben llevar al niño/a cuando estos se encuentran mal. A continuación se expondrán una serie de consejos para que determinarlo sea una tarea fácil:
– Si vomita: Los niños vomitan con más frecuencia que los adultos. Por ejemplo, por un dolor de garganta banal. Asimismo, es la forma más rápida que el organismo tiene para eliminar el exceso de comida o algo con consistencia distinta a la habitual, que el niño considera un cuerpo extraño. Sólo se debe ir a urgencias si el niño ha vomitado más de tres veces en una hora, o de forma urgente si tiene dificultades para respirar (podría haber ingerido o inhalado un cuerpo extraño), o si el vómito está manchado de sangre.
– Si tiene diarrea: Sólo se debería llevar a urgencias si el número de deposiciones es numeroso, de consistencia líquida o semi-líquida, contenido sanguinolento y/o presenta somnolencia o convulsiones.
– Si ha sufrido un golpe en la cabeza: Se deberá ir al pediatra de urgencias si pierde o ha perdido el conocimiento, está somnoliento, tiene vómitos, cambios en la conducta habitual, y/o tiene convulsiones.
– Si llora: En los primeros meses de vida, el llanto transmite todas las necesidades del pequeño. Si llora sin que los padres consigan identificar el motivo, se acudirá al pediatra de urgencias.
Si el bebé tiene menos de seis meses, cuando se encuentra mal puede no llorar sino que está adormilado. Si se encuentra en este estado será necesario acudir a urgencias.
– Casos en los que deberán ir siempre al pediatra de urgencias:
Niño/as menores de 3 meses:
- Si tienen fiebre.
- Está irritable
- Es difícil de consolar.
- Tiene decaimiento.
- Mala coloración de la piel y mucosas.
- Dificultad respiratoria.
- Rechazo de las tomas.
Es obvio que los padres se preocupen por el estado de sus hijos pero no es necesario llegar a una sobreutilización de la cita pediátrica urgente, ya que en la mayoría de los casos no es necesario.
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