El cardiólogo Moisés Mañero (Ourense, 1980) se ha incorporado recientemente al equipo de cardiología del hospital Centro Médico El Carmen. Ante noticias impactantes relacionadas con la salud cardiovascular como el infarto de miocardio del futbolista Iker Casillas, caso anómalo no solo por su repercusión mediática sino por su juventud (37 años), hemos querido preguntar al doctor Mañero por una de las afecciones cardíacas más frecuentes y que además son su especialidad: las arritmias; qué son, por qué se producen y si está en nuestra mano evitarlas.
– ¿Qué es una arritmia cardíaca?
Es una alteración en el ritmo cardíaco, bien en la generación o en la transmisión del impulso eléctrico. La arritmia puede tener una respuesta ventricular lenta (denominado como bradicardia) o rápida (taquicardias). Además, las arritmias pueden generarse en casi cualquier estructura cardíaca, fundamentalmente en las aurículas (derecha o izquierda) o en los ventrículos (derecho o izquierdo).
– ¿Cómo podemos percibir que estamos sufriendo una arritmia?
La sintomatología más frecuente es la presencia de taquicardia, que el corazón late más rápido de lo normal. A veces se presenta como mareo, menor tolerancia al ejercicio físico e incluso un síncope (pérdida del conocimiento), en casos de arritmias muy rápidas o muy lentas.
– ¿El ejercicio físico puede desencadenar un síncope en el caso de tener arritmias y desconocerlas?
Puede ser un factor, pero también se puede producir un síncope en reposo.
– ¿Cómo podemos prevenirlas?
Los hábitos de vida son importantes para prevenir las arritmias, tanto ventriculares como auriculares. Muchas de ellas son secundarias a alteraciones estructurales del corazón, pero otras son secundarias a sobrepeso, hipertensión, infarto de miocardio, tabaquismo… Estos hábitos nocivos pueden influir en la estructura de la aurícula o del ventrículo y hacer que se produzcan diferentes arritmias. Por otra parte hay arritmias que se producen en corazones estructuralmente normales pero son debidas a alteraciones genéticas.
– ¿Cuáles son los principales factores de riesgo de sufrir arritmias?
Sedentarismo, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes y alteraciones del colesterol, además de algunas mutaciones genéticas.
– En caso de ya sufrirlas, ¿qué tratamiento hay?
Hay muchas alternativas terapéuticas, que incluyen desde no hacer nada -en el caso de arritmias benignas-, a tratamiento farmacológico con antiarrítmicos y, en última instancia o bien porque la arritmia no se controla o porque tiene algún tipo de riesgo, ablación con catéter (cauterizar con catéter la zona de la arritmia). Si son arritmias lentas, el tratamiento de elección suele ser el implante de un marcapasos. Finalmente, en aquellas situaciones con riesgo vital se procede al implante de un desfibrilador, capaz de restaurar el ritmo normal estimulando más rápido que la arritmia o por medio de una descarga.
– En general, ¿cuál es la mejor forma de cuidar nuestra salud cardiovascular?
Como no podemos cambiar los genes ni controlar las infecciones y otro tipo de enfermedades adquiridas, solo podemos luchar contra aquellas arritmias relacionadas con hábitos de vida. Por tanto, es fundamental el control de la tensión arterial, de la diabetes, evitar el tabaquismo y las dietas ricas en grasas (bollería industrial, productos refinados y con alto contenido en azúcar) y luchar insistentemente contra el sedentarismo.
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