Enfermedades

“El mejor tratamiento para la EPOC es dejar de fumar”

16 noviembre, 2020

 El doctor Joaquín Lamela, neumólogo de Centro Médico El Carmen, nos habla de la EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que es una patología de los pulmones que daña las vías aéreas y el tejido pulmonar haciendo que el enfermo tenga dificultad para respirar. Una persona con EPOC puede tener bronquiolitis o bronquitis obstructiva, enfisema pulmonar o una combinación de las dos. 

En el Día Mundial de la EPOC, que se conmemora este 16 de noviembre, el doctor Lamela nos habla más sobre esta enfermedad.

Factores de riesgo

Se produce fundamentalmente por inhalar humo del cigarrillo. El humo de cigarrillo causa inflamación bronquial y bronquiolar, y destruye el tejido alveolar pulmonar causando enfisema pulmonar.

Fumar cigarrillos es el factor de riesgo más importante, casi el único. También se puede producir por inhalar de forma continuada y prolongada otras clases de humos en ciertas profesiones, como los trabajadores con cocinas de leña, aunque son causas muy poco frecuentes. Incluso podría producirse EPOC en las personas muy expuestas y durante mucho tiempo de forma pasiva al humo de cigarrillo.

Síntomas

La EPOC tabáquica se diagnóstica realizando una espirometría y objetivando la existencia de un trastorno obstructivo al flujo aéreo.

Los primeros síntomas son la tos con o sin flemas (expectoración). Esa “tos matutina del fumador” no es normal. Nos está diciendo que hay inflamación en los bronquios y bronquiolos. También, en los fumadores, aunque todavía no podamos diagnosticar EPOC tabáquica con una espirometría, se producen más frecuentemente bronquitis agudas, a veces dos o más durante los meses de otoño e invierno. Cuando predomina el enfisema pulmonar en la EPOC tabáquica, entonces puede haber menos tos y el primer síntoma puede ser la dificultad respiratoria (disnea) para el esfuerzo, y por eso en estos casos la enfermedad puede estar ya más avanzada, con un trastorno obstructivo importante en la espirometría.

En cualquier caso, en una persona fumadora que acude a consulta, aunque todavía no exista un trastorno obstructivo al realizarle una espirometría y no podamos aún diagnosticarle EPOC tabáquica, la recomendación más importante que debemos hacerle es que cese de fumar cigarrillos.

Tratamiento de la EPOC

El mejor tratamiento de la EPOC tabáquica es cesar de fumar cigarrillos para evitar que la enfermedad no continúe su curso inexorable, que ningún medicamento puede evitar. Si la persona con EPOC tabáquica deja de fumar cigarrillos, la pérdida de capacidad o función pulmonar pasa a ser casi como la de una persona no fumadora (a partir de los 24 años perdemos cada año uno 10 o 30 ml de aire en la función pulmonar, en un valor que medimos como volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF1); un fumador puede llegar a perder entre 100 y 200 ml).

Los tratamientos utilizados en esta enfermedad solo son sintomáticos, para aliviar la dificultad respiratoria; no cambian el curso inexorable de la enfermedad, ni el agravamiento progresivo de los síntomas, ni tampoco aumentan la supervivencia.

Estos tratamientos sintomáticos son los broncodilatadores inhalados: beta-2 agonistas y anticolinérgicos. Dependiendo de la severidad de los síntomas y del trastorno obstructivo al flujo aéreo, en ocasiones ya se utilizan los dos tipos asociados en un solo medicamento.

Aunque se dice que los enfermos deben utilizarlos de forma regular, por resultados obtenidos de estudios financiados por las compañías farmacéuticas, en mi opinión, si no hay mejoría subjetiva ni objetiva habría que utilizarlos solo “a demanda”.

En los últimos años también se aprobó la utilización de corticoides inhalados en los pacientes con EPOC tabáquica y trastorno obstructivo severo porque en estudios, también financiados por las compañías farmacéuticas, se “demostró” que podían disminuir el número de agudizaciones en los casos en los que se producían dos o más al año. Esto también se había conseguido con otros fármacos con menos efectos secundarios, como la acetilcisteína, también en estudios financiados por las compañías farmacéuticas. Los corticoides inhalados causan efectos adversos importantes, aumentan en estos enfermos el riesgo de neumonías, y solo se deben recomendar cuando hay, además de la EPOC tabáquica, asma asociada. Si el paciente con EPOC tabáquica tiene un número elevado de eosinófilos en sangre se puede hacer una prueba terapéutica con ellos durante dos meses para ver si ha habido mejoría de los síntomas y/o del trastorno obstructivo en la espirometría. Otro efecto indeseable de los corticoides en estos pacientes es que producen aumento del apetito y por tanto del peso, y el aumento de peso empeora la dificultad respiratoria.

También, es bueno, conservar el peso adecuado y hacer ejercicio, caminar. El sobrepeso o la obesidad hace que la persona con EPOC tabáquica tenga mayor dificultad respiratoria al hacer esfuerzo.

 

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