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Consejos para una lactancia exitosa

1 agosto, 2018

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia, promovida por la WABA (Alianza Mundial pro Lactancia Materna), entidad que trabaja conjuntamente con OMS y UNICEF.

Según el Comité de Lactancia de la AEPED (Asociación Española de Pediatría), “la leche materna es el mejor alimento para el lactante durante los primeros meses de vida. Cubre las necesidades nutricionales para su adecuado crecimiento y desarrollo físico y desde el punto de vista emocional le asegura el establecimiento de un buen vínculo madre-hijo y una adecuada relación de apego seguro con su madre, ambos esenciales para un correcto desarrollo como persona independiente y segura. Por todo ello la lactancia materna es considerada el método de referencia para la alimentación y crianza del lactante y el niño pequeño”

La OMS y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad del bebé. Después se aconseja continuar hasta  los 2 años o más allá, complementando gradualmente con otros alimentos.

 En definitiva, la  lactancia finalizará cuando madre e hijo deseen.  Para proceder al destete, éste deberá ser gradual, con el fin de que no se produzcan consecuencias en la madre y en el niño.

A pesar de los múltiples beneficios de la lactancia materna, todavía existen mitos y desconocimiento en torno a la misma. Veamos los consejos básicos:

  • El primer contacto. Si queremos alimentar a nuestro bebé con lactancia materna, lo mejor será empezar en la primera hora tras el parto. Lo colocaremos piel con piel, sobre el abdomen de la madre y el propio bebé irá buscando el pezón de forma instintiva, guiado por el tacto y el olfato.
  • A demanda. Tanto la alimentación con leche materna como con leche artificial son a demanda, es decir, cuando el bebé quiera. Normalmente se producen entre 8 y 12 tomas al día, de forma irregular y con más frecuencia por la noche.  El bebé mamará el tiempo que lo necesite, sin necesidad de acotar el tiempo.

Si la madre lo prefiere, también puede establecer  horarios de toma, “con el fin de crear hábitos muy útiles para organizarse en su casa”, tal como comenta el pediatra Augusto Viso, del hospital Centro Médico El Carmen.

  • Más succión, más leche. Cuanto más mame el bebé, más leche producirá la mamá ya que la succión es una forma de estimulación.
  • Los signos de hambre. No es bueno esperar a que el bebé llore para ofrecerle el pecho ya que el lloro es un signo tardío de hambre en el bebé. Al estar nervioso, le costará más agarrarse. Observando al bebé, podemos anticiparnos a su necesidad. Algunos signos de hambre son: chupeteo, bostezo, cabeceo, sacar la lengua, llevarse las manos a la boca…
  • Una de las mayores preocupaciones de la mamá es que el bebé se quede con hambre. El bebé dejará de comer cuando esté saciado. Que mame poco no quiere decir que se quede con hambre. Su estómago es muy pequeño por lo que se llena muy pronto. Que demande el pecho con mucha frecuencia es normal en la lactancia materna, ya que la leche materna es muy ligera y se digiere muy rápido. Si el bebé hace al menos 3 deposiciones diarias, es indicativo de que se está alimentando correctamente.
  • Más que comida. Para el bebé el pecho es mucho más que alimento. Es una forma de consuelo, amor, cariño, protección y vinculación con su madre.
  • Alimentación de la madre. No hace falta seguir una alimentación especial durante la lactancia, simplemente procurar que ésta sea lo más saludable posible, como en cualquier otra época de la vida. Se puede suplementar con comprimidos que contengan omegas, tal como comenta el doctor Viso. Debe limitarse el consumo de cafeína y alcohol y, en todo caso, esperar varias horas antes de ofrecer el pecho de nuevo.
  • El colecho, con ciertas precauciones, es beneficioso para la lactancia materna ya que está demostrado que la madre, aún dormida, adopta una posición de protección de su bebé y favorecimiento de la lactancia.
  • Consultar con el especialista. Toda mujer está preparada para alimentar a su bebé, salvo casos excepcionales. Por tanto, si se presentan dificultades durante la lactancia (dolor, malestar…), no se recomienda acudir a biberones ni tetinas, ya que pueden hacer fracasar la lactancia. Lo primero será consultar con el pediatra, matrona, enfermera o asesora de lactancia -existen incluso grupos específicos de lactancia en los que las madres se apoyan entre sí- para averiguar cuál es el origen de la dificultad y poder solventarla.

Información elaborada a partir de AEPED http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/recomendaciones-sobre-lactancia-materna-comite-lactancia-materna

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